lunes, 18 de junio de 2012

Salir a robar caballos, de Per Petterson


Salir a robar caballos es una novela bastante premiada y bastante bien vendida del escritor noruego Per Petterson. No voy a decir que el libro es muy malo. Tiene algunas cosas buenas. Pero tan bueno como me lo habían pintado no es. En algunas partes sorprende por malo. Aunque tiene cosas que lo salvan un poco.
El protagonista es un hombre llamado Trond, de 67 años, quien después de enviudar en un trágico accidente se ha mudado a vivir solo en un bosque. Allí cuenta su vida saltando en el tiempo desde su actualidad hasta su adolescencia, en el verano de 1948, cuando hacía poco que su país se había librado de la ocupación alemana. 
Trond pasó ese verano junto a su padre en un pequeño pueblo, cercano a la frontera con Suecia, y allí vivió cosas que quedaron en su memoria por muchos años. Cosas tristes y cosas nuevas que llevaron al adolescente a ser un hombre.
En su tiempo libre salía a divertirse con Jon, un chico raro, violento, que por alguna razón que un principio Trond ignora odia a su padre, al de Trond. Y una tragedia viene a agriar más su carácter, un mal día deja su arma cargada cerca de sus hermanos pequeños. Nada le gusta más a un niño que disparar un arma, o cuando menos simular que lo hace. Jon se va, pero a Trond no le hace falta ese amigo porque su mejor amigo es su padre, a quien admira sin conocerlo del todo, como le ocurre casi a cualquier hijo con su padre.
Conforme transcurre el verano, Trond va conociendo a su progenitor no como tal sino como hombre, a la vez que van despertando en él los deseos propios de un adolescente, ésos que no discriminan y que pueden llevar a situaciones incomodas de las cuales las personas bien pueden arrepentirse en la edad adulta.
En el presente de Trond, finales de 1999, el hombre ya viejo vive tranquilo y solitario, arreglando su también vieja casa y paseando con su perra. Su vida se inquieta un poco al descubrir que el único hombre que vive cerca de él es nada menos que el hermano de Jon, su amigo de la adolescencia, aquél que tuvo la desgracia de disparar el arma.
La novela tiene, para mi gusto, algunos defectos que la destrozan por completo, aunque eso no importó a los jueces que la han llenado de premios. Per Petterson confía demasiado en la belleza de su prosa, porque se la pasa divagando y explicando detalles sin importancia que para no aburrir tienen que estar llenos de belleza literaria. Pero no es el caso. Aun así me encontré unas líneas sencillamente extraordinarias y lo menos que puedo hacer es reproducirlas aquí:

Aullidos lastimeros brotaban de la garganta de un hombre hecho y derecho porque estaba sufriendo y seguramente también porque acababa de perder a uno de sus hijos y otro se había marchado de casa, quizá para siempre, qué sabía él, y en ese preciso momento también porque no atisbaba ninguna esperanza.

¿Qué es lo mejor del libro?
Es una novela un tanto original. Además ya tratándose de una traducción del noruego y no del inglés resulta algo diferente. Y la edición es, eso sí, bastante buena.
¿Se lee rápido?
Sí, porque no es muy extensa, pero no logré engancharme.
¿Tiene algunos defectos?
Bastantes. Creo que el autor debió revisarla mucho en algunas partes antes de publicarla. Por poner un ejemplo: el oscuro pasado del padre de Trond como parte de la resistencia ante los alemanes es aburrido, torpe, sin sentido alguno, por decir sólo algo...
¿A quién podría gustarle?
Aclaro que no es una novela terriblemente mala. He leído que a mucha gente le gusta. Creo que algunos lectores no muy exigentes tal vez no se fijarían en las metidas de pata del autor (si no lo han hecho los jueces que la han premiado).
¿Deja algún mensaje?
No, no es una obra que encierre filosofía, aunque creo que ésa era la intención de Petterson.
¿Se merecería ganar un premio?
Ya tiene bastantes, según consta en la contraportada, y no me explico por qué.

6.5/10

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3 comentarios:

  1. Pienso como tú basicamente.
    Me llegó este libro a las manos entre elogios y, pensaba pero veo que no, que fueron esos elogios lo que provocaron que pensara que iba a encontrarme con una gran maravilla.
    Es corto, pero aún así hay partes que parecen estar por puro relleno.
    Besos

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  2. No había oido hablar de este libro y al ser un autor noruego habría caído en la tentación de leerlo, porque me encantan los nórdicos, pero ahora desde luego lo descarto. Un beso

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  3. No lo conocía la verdad...y con noruegos sólo he probado una vez y no me gustó xDD.
    Pero bueno, viendo tu reseña creo que si me animo, lo haré con otro.
    Gracias por la reseña y por pasarte por mi blog.
    Un beso!

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