Salir a robar caballos es una novela bastante
premiada y bastante bien vendida del escritor noruego Per Petterson. No voy a
decir que el libro es muy malo. Tiene algunas cosas buenas. Pero tan bueno como
me lo habían pintado no es. En algunas partes sorprende por malo. Aunque tiene
cosas que lo salvan un poco.
El protagonista es un hombre llamado
Trond, de 67 años, quien después de enviudar en un trágico accidente se ha
mudado a vivir solo en un bosque. Allí cuenta su vida saltando en el tiempo desde
su actualidad hasta su adolescencia, en el verano de 1948, cuando hacía poco
que su país se había librado de la ocupación alemana.
Trond pasó ese verano junto a su padre
en un pequeño pueblo, cercano a la frontera con Suecia, y allí vivió cosas que
quedaron en su memoria por muchos años. Cosas tristes y cosas nuevas que
llevaron al adolescente a ser un hombre.
En su tiempo libre salía a divertirse
con Jon, un chico raro, violento, que por alguna razón que un principio Trond
ignora odia a su padre, al de Trond. Y una tragedia viene a agriar más su
carácter, un mal día deja su arma cargada cerca de sus hermanos pequeños. Nada
le gusta más a un niño que disparar un arma, o cuando menos simular que lo
hace. Jon se va, pero a Trond no le hace falta ese amigo porque su mejor amigo
es su padre, a quien admira sin conocerlo del todo, como le ocurre casi a
cualquier hijo con su padre.
Conforme transcurre el verano, Trond va
conociendo a su progenitor no como tal sino como hombre, a la vez que van despertando
en él los deseos propios de un adolescente, ésos que no discriminan y que
pueden llevar a situaciones incomodas de las cuales las personas bien pueden
arrepentirse en la edad adulta.
En el presente de Trond, finales de
1999, el hombre ya viejo vive tranquilo y solitario, arreglando su también
vieja casa y paseando con su perra. Su vida se inquieta un poco al descubrir que
el único hombre que vive cerca de él es nada menos que el hermano de Jon, su
amigo de la adolescencia, aquél que tuvo la desgracia de disparar el arma.
La novela tiene, para mi gusto, algunos
defectos que la destrozan por completo, aunque eso no importó a los jueces que
la han llenado de premios. Per Petterson confía demasiado en la belleza de su
prosa, porque se la pasa divagando y explicando detalles sin importancia que
para no aburrir tienen que estar llenos de belleza literaria. Pero no es el
caso. Aun así me encontré unas líneas sencillamente extraordinarias y lo menos
que puedo hacer es reproducirlas aquí:
Aullidos lastimeros brotaban de la
garganta de un hombre hecho y derecho porque estaba sufriendo y seguramente
también porque acababa de perder a uno de sus hijos y otro se había marchado de
casa, quizá para siempre, qué sabía él, y en ese preciso momento también porque
no atisbaba ninguna esperanza.
¿Qué es lo mejor del libro?
Es una novela un tanto original. Además
ya tratándose de una traducción del noruego y no del inglés resulta algo
diferente. Y la edición es, eso sí, bastante buena.
¿Se lee rápido?
Sí, porque no es muy extensa, pero no
logré engancharme.
¿Tiene algunos defectos?
Bastantes. Creo que el autor debió
revisarla mucho en algunas partes antes de publicarla. Por poner un ejemplo: el
oscuro pasado del padre de Trond como parte de la resistencia ante los alemanes
es aburrido, torpe, sin sentido alguno, por decir sólo algo...
¿A quién podría gustarle?
Aclaro que no es una novela
terriblemente mala. He leído que a mucha gente le gusta. Creo que algunos
lectores no muy exigentes tal vez no se fijarían en las metidas de pata del
autor (si no lo han hecho los jueces que la han premiado).
¿Deja algún mensaje?
No, no es una obra que encierre
filosofía, aunque creo que ésa era la intención de Petterson.
¿Se merecería ganar un premio?
Ya tiene bastantes, según consta en la
contraportada, y no me explico por qué.
6.5/10
Otra reseña quí
Aquí otra
Y aquí una más
Pienso como tú basicamente.
ResponderEliminarMe llegó este libro a las manos entre elogios y, pensaba pero veo que no, que fueron esos elogios lo que provocaron que pensara que iba a encontrarme con una gran maravilla.
Es corto, pero aún así hay partes que parecen estar por puro relleno.
Besos
No había oido hablar de este libro y al ser un autor noruego habría caído en la tentación de leerlo, porque me encantan los nórdicos, pero ahora desde luego lo descarto. Un beso
ResponderEliminarNo lo conocía la verdad...y con noruegos sólo he probado una vez y no me gustó xDD.
ResponderEliminarPero bueno, viendo tu reseña creo que si me animo, lo haré con otro.
Gracias por la reseña y por pasarte por mi blog.
Un beso!