miércoles, 19 de septiembre de 2012

Bartleby, el escribiente, de Herman Melville


Esta es una obra rara, pero no por eso deja de ser genial. Y no es nada nueva, lleva desde 1853 dando vueltas por las librerías del mundo con mucho éxito. No pocos son los que la consideran una obra maestra, concebida en un arranque de genialidad de su autor, el norteamericano Herman Melville.
Pero ¿quién es Bartleby? Ésa es una pregunta para la que yo no encuentro respuesta. Y mucho me creo que otros lectores tampoco. Al principio del relato nos parece un ser humano, raro, serio, apático, pero ser humano. Mas conforme avanza la historia esa teoría se desvanece, Bartleby parece una sombra, una sensación, un mal recuerdo, o un cúmulo de remordimientos, o todo eso junto antes que una persona.
Bartleby es, como se ve en el titulo, un escribiente que llega a suplir una vacante al despacho de un abogado a Wall Street. En un principio se muestra muy eficiente, su jefe está contento con él, elogia su buen desempeño y la historia parece muy normal.
Pero todo cambia cuando un día a  Bartleby se le pide algo de lo más sencillo y él, de manera sorprendente, le dice a su jefe: “Preferiría no hacerlo”. Y la frase se repite desde entonces de manera constante: “Preferiría no hacerlo”, “preferiría no hacerlo”, dice el infeliz escribiente cada que recibe una orden.
Incluso cuando es despedido y se le ordena que se marche del despacho, su argumento es simple: “Preferiría no hacerlo”. Su jefe casi se vuelve loco, y es entonces cuando el escribiente se desdibuja como ser humano, pierde esa condición al llegar a tal extremo de la irracionalidad, porque ni siquiera parece un desquiciado, sino un cuerpo al que se le ha escapado todo y únicamente conserva la posibilidad de decir con sencillez y pereza “preferiría no hacerlo”.
El narrador del relato es el jefe de Bartleby, en quien tiene graves consecuencias la conducta del personaje. Sus sentimientos hacia él evolucionan de manera rápida y drástica. Bartleby lo saca de quicio, lo lleva casi a las puertas de la locura, pero al no ver ningún atisbo de maldad en él, pasa de odiarlo a quererlo, situación que el escribiente jamás percibe, porque no es un humano, es algo lejano y desconocido, una especie de agujero hacia la tristeza del que salen tres palabras: “Preferiría no hacerlo”.

8.5/10

6 comentarios:

  1. Interesantísima reseña para un aparentemente interesante libro. Me han dado ganas de leerlo, no lo conocía (puede que me sonara un poco el nombre del escritor, nada más). Besos!

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  2. Ostras, me lo regalaron por mi cumpleaños hace la tira y recuerdo que me gustó un montón. :-)

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  3. ¡Qué alegría de encontrar esta reseña! Yo también creo que es un libro genial, surrealista, a mí me encantó. Un librito corto memorable a pesar del final que ahora mismo revelaría pero "preferiría no hacerlo" Un beso :)

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  4. No conocía este libro, aunque tengo por casa un par de libros del autor. Parece interesante así que lo apunto. Un beso

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  5. Muy intgeresante, trataré de hacerme con ese libro. Gracias

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  6. lo acabo de leer y me gustó mucho!
    saludos :D

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