La impostora nos lleva al apogeo del imperio de Napoleón
Bonaparte. En la trama participan personajes reales y ficticios. El malo de la
novela, y de la época, es el mismísimo
Joseph Fouché, aunque más protagonismo que él tiene Talleyrand, a quien
encontramos a lo largo de toda la historia, haciendo lo que más sabía y le gustaba hacer:
intrigar.
Gabrielle
de Beaucaire, ahijada consentida de Talleyrand y espía bajo sus órdenes, duerme
una noche tras horas de intensa pasión cuando un asesino británico mata al
hombre que ama. Más tiempo tarda en llorar que en decidir vengarse. Sabe quién
ha ordenado la muerte de su amado: lord Nathaniel Praed, el jefe de espías de
la corona británica.
Consumida por el odio, Gabrielle
viaja a Inglaterra con una sola intención: meterse en la cama de Praed para
irlo destruyendo poco a poco. En un principio le sale todo muy bien, lo que le
resulta difícil es salirse de la cama de su enemigo. El espía inglés es un
hombre reservado, malhumorado, severo con su pequeño hijo, pero en la intimidad
le resulta una fiera que la calienta con sólo mirarla a los ojos.
Aunque voy
a sonar un poco cruel, tengo que decirlo (otra vez): la novela es malísima. La Feather mete
constantemente la pata. Se gasta un argumento y se arranca con otro mientras
con constantes escenas de calentura entre los protagonistas trata de mantener
el interés. A eso hay que agregarle que su estilo es malísimo, porque hay
novelas con pésimos argumentos que gracias al agradable estilo del autor son
rescatables, pero no es el caso.
Con tantos
cambios arguméntales, pleitos de alcoba,
nalgadas bien y mal intencionadas y diálogos repetitivos y poco creíbles, La impostora no se me antoja para basar
en ella una película, pero sí un culebrón de bajo presupuesto.
Sólo porque
es verano pude terminarla, ya que, para colmo de los males, es una novela
extensa. Y no fueron pocas veces las que me pregunté cómo era posible ya no
solamente que tamaña broma se edite, sino que se traduzca del inglés al
español.
¿Qué es lo
mejor del libro?
En este
caso no hay absolutamente nada que se puede decir a favor de una novela tan…
¿Se lee
rápido?
No, me
llevó lo suyo, y por poco y no la termino.
¿Tiene
algunos defectos?
Sí, desde
la primera hasta la última página.
¿A quién
podría gustarle?
Yo también
me lo pregunto.
¿Deja algún
mensaje?
Que no hay
que leerla si se quieren evitar las nauseas.
¿Se
merecería ganar un premio?
…
3/10
Aquí otra reseña de la novela
Y otra más aquí
Pues entonces será mejor no leerla. Se ve que no te ha convencido
ResponderEliminarJejeje, vaya, infumable, pues la recomendación es utilísima :) Que nadie caiga en la tentación, por lo que se ve el título hace honor al contenido. Un abrazo :)
ResponderEliminarEsta vez lo dejo pasar en vista de lo visto...
ResponderEliminarYossi muy gracioso ese comentario del título!!
Besos
Vaya que penita, Fouché es un personaje que me parece interesantísimo.
ResponderEliminarBesos
El párrafo introductorio no invita precisamente a seguir leyendo la entrada. En todo caso, a mí lo que me echa para tras es, más bien, el período en que está ambientada la novela. Besos.
ResponderEliminarMmm lógicamente l no conocerlo y ver tu reseña lo dejo pasar...
ResponderEliminarUn beso!
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía la novela pero al parecer no me pierdo mucho.
Una reseña muy divertida, eso si.
Besos
Me lo apunto, ahora que tengo tiempo para leer.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
la estoy leyendo y honestamente kiero saber en ke acaba esta novela sea mala o buena pero para mi es aceptable aunke ese critico se me figura que solo quiere hacer mala fama del libro a los que la publicaron tendran la misma opinion ke yo jejejje es mi humilde opinion saludos
ResponderEliminar