lunes, 2 de julio de 2012

Sandokán: Los piratas de la Malasia, de Emilio Salgari


Sandokán es uno de esos personajes ya inmortales en la literatura. Podría comparársele con Sherlock Holmes, guardando un poco las distancias, pero ambos son contemporáneos y  representan fielmente a la literatura de aventuras sin un mínimo de filosofía.
El volumen que hoy traigo es el primero que se publicó con ese famoso pirata en 1883, vendrían más, y es sorprendente el hecho de que alcanzó un enorme número de lectores en su tiempo, incluso entre la aristocracia, que aburrida de  sólo tomar el té por las tardes halló agradable una novela de aventuras situada en un mundo muy lejos del suyo.
Sandokán tuvo muchos logros, aunque entre ellos no estuvo el de aliviar la situación económica de su autor que terminó suicidándose, no sin antes dejar una carta llena de reproches a sus editores que se hicieron ricos con sus obras. 
Este antihéroe, de los primeros de la literatura, es un príncipe malayo destronado por el colonialismo inglés que en el periodo victoriano todavía hacía enormes estragos en el mundo incivilizado. Furioso con sus verdugos, Sandokán se convierte en pirata, pero en un pirata diferente a los convencionales: un pirata con honor.
Atrincherado en su isla particular, el pirata hace excursiones en los territorios controlados por los británicos, acompañado por un ejército al que le exige una enorme valentía y excesos de honor impropios de piratas, pero con su vida pagará aquél que no acate las órdenes del líder. Se transforma en la peor pesadilla de sus enemigos; le tomen, lo odian y algunos lo admiran por su valor.
En una de sus muchas aventuras, Sandokán termina como huésped y paciente de una hermosa joven británica de la que queda perdidamente enamorado. De allí en adelante toda su energía se concentra en hallar la forma de ser feliz con ella, mientras lucha por sobrevivir a su raza, que, acostumbrada a dominar, no perdona una ofensa ni siquiera de aquéllos a los que ha torturado por siglos.  

¿Qué es lo mejor del libro?
Creo que a esta novela, a diferencia de las de Sherlock Holmes, si le ha afectado mucho el tiempo. Su objetivo, según se ve desde las primeras páginas, es sólo entretener con un sin fin de aventuras que ya no es sencillo aceptar de buena gana. Pero eso, aventuras, es lo único que tiene.
¿Se lee rápido?
Sí, es breve y la lectura no se hace nada pesada.
¿Tiene algunos defectos?
Supongo que en su época no tenía. Pero aunque hay libros que no envejecen con uno siglo, éste sí lo ha hecho.
¿A quién podría gustarle?
A quienes les gusten las novelas del género, quizás la toleren.
¿Deja algún mensaje?
No, el heroísmo que plantea es muy anacrónico aún en términos puramente filosóficos.
¿Se merecería ganar un premio?
No, ni en su época ni en ésta.

7/10

Aquí hay una interesante reseña del libro

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