Esta
maravilla literaria es rareza por todos lados, empezando por su autor, un
vizconde argentino que en realidad no fue lo primero. Su nombre real era Emilio
Lascanotegui (1887-1966) y de sus nexos
con la nobleza no hay prueba alguna. Fue vizconde, pues, porque quiso serlo, y
poco le importó para ello el haber nacido en una republica y la necesidad de
dividir su apellido en dos, para darle el necesario aire aristocrático.
En vida
gozó de poca popularidad como escritor, y esa poca se la debió en parte al
hecho de que usurpó el nombre de Rubén Darío hijo, con el que publicó un poemario que fue muy bien valorado por
la crítica. Pero a él, al vizconde, no le llegaron los elogios que, por otra parte,
parece que poco le interesaban.
Su
sinceridad resultó inapropiada para la conservadora sociedad que lo leyó en sus
tiempos. Sin duda debió herir a muchas castas sensibilidades que lo reprobaron
como escritor. Y poco faltó para que su obra, delirante hasta puntos
irracionales, fuera víctima del olvido, y el vizconde catalogado como un simple
escritorcillo destalentado, cosa que
desde luego no era, y para muestra aquí un poco de su mucho talento exhibido en
la obra que nos ocupa:
Al borde del camino lo enterraron, pero tan a flor
de tierra, que los niños de los alrededores, con trozos de ramas, jugaban a
quien primero tocara el cadáver.
Durante un tiempo, el muerto hizo elástica la
tierra que lo cubría. A los pocos días, un día de sol se hundió de golpe. A los
meses era un bache donde se juntaba el agua, que bebían con fruición los
mastines de los pastores.
En 1925
publicó en París De la elegancia mientras
se duerme, con edición, al parecer, de su propio bolsillo. La obra no
gustó, o más bien quisieron que no gustara. Cuando murió el vizconde seguía en
el olvido. Pero muchos años después, a finales de los 90s, el libro resucitó,
recibió buenas críticas y empezaron a traducirlo a otros idiomas, donde también
gustó. No es hoy en día uno de los libros más vendidos ni mucho menos, pero
algo de justicia se le ha hecho, algunos que no sabíamos de su existencia ya
pudimos leerlo y quizás con el tiempo sea un clásico de la literatura hispanoamericana,
nunca se sabe.
Por lo que
respecta al argumento, se trata de una especie de diario de un asesino filósofo
o, debería decir, un filósofo que se transforma poco a poco, mientras narra el
proceso de su decadencia moral, en un asesino sin motivo aparente.
Nacido en
Bougival, con el oficio de hallador de cadáveres en la niñez, nuestro hombre es
un francés culto, adicto a los prostíbulos y a cuestionar la degradación moral,
la ajena y la propia. Su diagnostico desconstruido sobre los pecados de la
sociedad resulta una especie de poesía amontonada de la que hay que sacar lo que
nos sea posible.
Esta obra
no es una novela en toda regla, son capítulos apenas conectados que
constituyen, dependiendo de quién la juzgue, los delirios de un loco o de un
maestro de la literatura hispanoamericana. Aunque bien, por qué no, pueden ser
ambas cosas.
¿Qué es lo
mejor del libro?
Esa prosa
irreverente del autor que la mayoría de las veces simplemente sugiere cosas y
nos invita a imaginarlas.
¿Se lee
rápido?
Bastante. A
mí me llevó dos días porque no contaba con mucho tiempo, pero hubiera querido
terminarlo en una sentada.
¿Tiene
algunos defectos?
La
obra es extraordinaria, pero por su estructura nada común habrá quizás personas que la
encuentren defectuosa.
¿A quién
podría gustarle?
Podría
decir que a cualquiera, pero es una completa rareza, y eso tal vez provoque que
muchas personas, acostumbradas a lecturas muy tradicionales, no se enganchen
con ella.
¿Deja algún
mensaje?
La obra
está llena de mensajes y sugerencias inmorales. Quizás por eso cuando fue
publicada por primera vez muchos fingieron no enterarse.
¿Se
merecería ganar un premio?
Es tan
única en su género que dudo que pueda ajustarse a un certamen, pero es
estupenda.
8.5/10
Aquí hay una muy buena reseña del libro
Y aquí otra muy breve pero que merece la pena
Pues a mí estas cosas "raras" me suelen atraer bastante, así que tomo nota de esta novela que no conocía de nada. Gracias por la visita y por haber hecho el número 100, que si te soy sincera no llevaba la cuenta; me he hecho seguidora tuya, y además con mi número favorito, el 7. :-)
ResponderEliminarMuchas gracias. Es un placer y ojala disfrutes el libro.
ResponderEliminarBesos
Vaya libro tan interesante que nos presentas! No conocía de nada al autor ni la obra, pero me la llevo apuntadísima; esa rareza de la que hablas me atrae bastante, y si encima dices que es un libro único en su género, pues no me queda otra que leerlo cuanto antes! 1beso!
ResponderEliminarNo la conocía ni de oídas...pero con tu reseña como para resistirse...y encima cortita. Son de las que me vienen genial para llevar en el bolso.
ResponderEliminarGRacias por la recomendación.
Un beso!
Partiendo de la base de que esta editorial trae títulos que me suelen gustar mucho... el libro que has presentado me parece una joya, así visto de lejos.
ResponderEliminarNo dudes que lo leeré.
Besos
Me encantan esta ediciones de Impedimienta, aunque todavía sólo he leído una. Pero eso de un "asesino filósofo" no sé si me convence..tendría que leerlo para saber, supongo. Un beso.
ResponderEliminarBueno creo que lo que más atrae sin duda es la inmoralidad del protagonista y lo original de la obra. Me lo llevo apuntado.
ResponderEliminarSaludos
Pues no conocía este libro pero me has hecho sentir curiosidad, así que lo buscaré en la biblio y lo mismo me animo. Un beso
ResponderEliminar